Relatos de identidad, para piano solista y orquesta
Alguien dijo una vez que una orquesta es un país en miniatura, en el que coinciden en el tiempo y el espacio una diversidad de discursos y miradas contrapuestas. Aunque diferentes o similares sean estos discursos, esta diversidad expresada en la gran marea tímbrica de la masa orquestal se convierte en el paisaje de la obra misma: en un barullo de relatos que interactúan y se articulan en el todo.
El solista es el Yo que se expresa en medio de ese mar de relatos, buscando su identidad entre los sonidos propios de su musicalidad. El piano deja entrever discretos giros de una voz venezolana en su canto, al tiempo que descubre su originalidad dentro de la gran marea, a la que tributa temática y armónicamente: son sus relatos los Relatos de una Identidad.
En tiempos en los que la frente se puebla de angustia, cuando las calles mueren de silencio y de soledad, y en las esquinas de esta casa se apalancan los andares; en tiempos en los que el hacer, constreñido, ya no subordina el sustantivo que le vivencia; son tiempos en los que la duda germina y la identidad se cuestiona. Nuestra ventana al mundo de los Otros revela un síntoma similar: un paroxismo de la insatisfacción hacia lo que, hasta ahora, nos definía. Pero qué ordenado que queda el espíritu después que nos sentamos a escucharle.
[Instrumentación: Piccolo, Flautas I-II, Oboes I-II, Clarinetes I-II (en Sib), Clarinete Bajo en Sib, Fagotes I-II, Cornos I-IV, Trompeta I-II (en Sib), Trombones I-III, Tuba. Timpani, Gran Cassa, Vibráfono, Platillos suspendidos, triángulo, platos de choque. Arpa. Cuerdas. Piano solista.].
Por Abraham Urdaneta